SER POETA
conversacion con Sol Fantin (*) (link traduccion italiana)
1.PARTECIPAGIRE: Poeta y Mujer.Ventaja o desventaja?
Creo que Jacques Lacan, el famoso psicoanalista francés, dijo que el hombre se pregunta por la muerte, es decir por el ser a secas, mientras que la mujer agrega algo: se pregunta por el ser mujer. Si tomamos esto al pie de la letra, claramente ser mujer aportaría un plus. También dijo Lacan que las mujeres estamos todas locas y que tenemos condiciones para ser buenas psicoanalistas. Asumo que las facultades para ser buenas psicoanalistas sirven lo mismo para ser buenas poetas. Ambas cosas, incluida la capacidad de estar locas, me hacen sentir portadora de un privilegio, por ser mujer y cultivar la poesía.
Por otra parte, yo (que no he padecido miseria, que no he sido migrante ilegal, que no he sufrido discriminación por mi aspecto, ni por mi origen religioso ni nacional, que no he padecido la persecución política, que no porto discapacidades) sólo conozco en carne propia los problemas que ocasiona ser mujer en una sociedad machista y patriarcal. La poesía como práctica, y la escritura en general, ha sido para mí una forma de resistencia frente a las distintas formas de opresión que me tocó atravesar. En este sentido, no puedo tampoco dejar de celebrarlo. La poesía me ha permitido sobrevivir. Y también vivir.
- PARTECIPAGIRE: Poeta y política. Profecías, intuiciones sociales, participación solidal con la gente (que sufre o decide, que goza o hasta mata, que finalmente vive o quiere vivir)
Creo que la poesía puede ser pensada como un producto, o bien como una práctica.
Cuando se la presenta como un producto, se hace creer que es el fruto precioso de algún cerebro iluminado, inaccesible a cualquiera, excepcional y frágil (que sólo en las universidades y otras instituciones se puede seleccionar, preservar y redistribuir) y por lo tanto, pasible de ser vendida a alto precio: se transforma en un capital. Cultural, pero capital al fin.
En cambio, cuando se la piensa como práctica, se la puede ofrecer como un recurso que tenemos todas las personas para jugar con las palabras, para encontrar sentidos nuevos donde parecía que no había más que lo conocido y ya sabido, para hacer espacio a la imaginación: para nombrar no el mundo que es, sino los múltiples mundos que podrían ser.
Desde esta segunda perspectiva, de la poesía como recurso, se descubre además que el habla cotidiana es sumamente poética. Que se trata de abrir los oídos para disfrutar de la indomable diversidad y riqueza de las hablas cotidianas, en boca de todas las personas, por completo independientes de cualquier participación en instituciones específicas (en capitales culturales).
La poesía es un patrimonio humano, un recurso colectivo y una fuerza social indomesticable. Y esto no va en contra de la didáctica, sino todo lo contrario. Una didáctica de la poesía es un gesto amoroso y generoso que busca acompañar a toda persona en la construcción de su propia poética, que necesariamente enlazará con las poéticas ajenas, generando una trama de sentidos colectiva.
- PARTECIPAGIRE: Poeta y latinoamericana. Surrealismo en las venas o salir del cliché. Rescate cultural en un mundo americano sin horizontes. Innovar o revivir tradiciones.
Creo que vivir fuera de los centros (por ejemplo, de los centros culturales) favorece la mirada. Sucede algo parecido con el ser mujer, que comentábamos más arriba. Las posiciones centrales impiden cierta perspectiva. Yo crecí, me formé y vivo en una gran ciudad latinoamericana que es un importante centro cultural regional, pero que sin embargo conserva cierta posición periférica respecto de, por ejemplo, Estados Unidos y Europa. Y creo que esa posición no del todo central es, sin duda, una ventaja epistemológica. Desde los márgenes se ven mejor algunas cosas.
Sin embargo, esto de los centros y las periferias es una construcción bastante frágil, bastante imaginaria. En un libro que escribí sobre el viaje que hice a España y Francia en 2012 (Ánimal Print. Geografía de la metrópolis) puse que Europa no existe, Europa es un ensueño latinoamericano. Sigo pensando esto. Creo que la posibilidad de inventar nuestra propia metrópolis, de ensoñarla, nos da un gran poder poético, nos devuelve multiplicada, como en un juego de espejos, la mirada de admiración que permanentemente desplegamos sobre ella. Permanentemente recreamos nuestros orígenes, reinventamos nuestras fuentes, repensamos nuestros vínculos con la tradición. ¿Hay algo más fructífero que eso?
Quiero decir una última cosa. Yo soy maestra de primaria. Enseño a leer y escribir a niños y niñas de seis años (como el querido Gianni Rodari, de cuya Gramática de la fantasía seguimos aprendiendo acá las maestras argentinas). Cuando comienza el año, trabajamos con canciones. Hay acá una cantautora muy famosa de repertorio infantil de los años sesenta, María Elena Walsh, que escribió la canción de la tortuga Manuelita: resulta que Manuelita, que vive en un pueblito de acá, de Argentina, se enamora de un tortugo, y piensa que él no la va a querer porque está vieja. Entonces se va a París, donde la planchan, la barnizan y le ponen botines. Tantos años tarda en cruzar el mar de vuelta, que se vuelve a arrugar. Pero su tortugo sigue esperándola en su pueblo y la quiere como ella es. Creo que es la fábula más elocuente para explicar las relaciones que la intelectualidad latinoamericana ha tenido con el Viejo Continente.
- PARTECIPAGIRE: Poeta y Argentina. Sentido de un pueblo que quisiera existir. Orgullo por una Patria del espíritu y vergüenza por la Injusticia institucionalizada.
Disfruto de mi lengua rioplatense (la variedad del castellano que se habla en Buenos Aires, a orillas del Río de la Plata), me encanta el paisaje llano de la pampa húmeda, no puedo imaginar un día de mi vida sin tomarme al menos una pava de mate, adoro el tango y, con todos sus defectos, sé apreciar las virtudes de mis conciudadanos y conciudadanas: me encanta nuestro sentido del humor, nuestra melancolía, nuestros horarios dementes para comer y dormir, nuestra tendencia al dramatismo y nuestras casas siempre abiertas a los viajeros. Pero lo de las banderas, no termino de creérmelo. Sospecho fuertemente que ése es un juego que solamente les conviene a unos pocos. La injusticia está en todas partes, pero sobre todo, se derrama de arriba para abajo. Esa es una convicción a la que fui llegando con los años. Quién sabe, quizás algún día piense distinto. Soy una persona de convicciones firmes, pero en permanente transformación. Esta ha sido mi manera de sobrevivir en un mundo extraño y apasionante hasta el día de hoy, el único que conocemos. Como dice Juan Agustín Goytisolo, el poeta catalán: “Por lo demás, no hay elección/ y este mundo tal como es/ será todo tu patrimonio” (Palabras para Julia, 1979).
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(*) Sol Fantin naciò en Buenos Aires en 1982. Es autora de muchos libros de poesia y prosa. Actualmente es docente en la escuela primaria y dicta cursos de literatura para adultos y jovenes adolescentes. Para mas informaciones aquì està el link de su pagina Facebook